SI TIENES MENOS DE 55 AÑOS Y MAS DE 70 NO LEAS ESTE ARTICULO

12 diciembre, 2008

Antiguamente, en China, cuando un anciano ya no podía producir, se juntaban sus hijos, y cargaban con el añoso a la cima de una montaña, donde lo dejaban para que tuviera una muerte segura.

Cuenta la leyenda, que un hijo subió a la montaña, cargando sobre sus hombros a su padre anciano, le acomodo una manta en el piso, se despidió de él llorando, en una mutua complicidad entre los dos, porque el viejo, muchos años antes había pasado por el mismo ritual con su propio padre.

Sin embargo, bajando la cuesta, el hijo se arrepintió, fue en búsqueda de su padre, lo arrebujó en la manta y lo cargó nuevamente regreso al hogar.

Cuando le preguntaron el porqué de su conducta, solo dijo:

- No quiero darles este ejemplo a mis hijos, porque no quiero acabar así mis propios días.

Vivimos en un siglo de enormes cambios.

Hoy gran parte de nuestra población es mayor, vivimos entre quince y veinte años más que nuestros antepasados, y esto trae a situaciones de profunda extrañeza.

Es cuando vemos a una hija de 70 años mirando vidrieras con su madre de 90, y a la vez esta madre esta actualizada en lo que pasa en el mundo gracias a su lucidez, por un lado, pero a la cantidad de información que le llega a través de medios gráficos, cine y televisión, y conversa en tiempo real con su hija alrededor de cosas que les conciernen por igual, sean sociales, de moda, políticas, de recreación, etc.

Es cuando en nuestras empresas un fundador de 85 años se siente fuerte y no delega funciones y ahí están los hijos de 65, 55, 45 años esperando su turno de sucederlos.

Estas son imágenes, dos fotografías, la hija y la madre del brazo paseando, el dueño de la empresa sin dejar su lugar de poder.

Pero, vamos a tratar de explicar, desde el punto de vista del Mentoring que sucede debajo de estas dos situaciones.

Problema grande es, para el propio adulto mayor que todavía tiene en su memoria la imagen de vejez que le proporcionaron sus antecesores, quienes en el mejor de los casos vivían hasta los 65 años, se sorprende de sentirse joven, de tener inquietudes, intereses y necesidades como en etapas anteriores de su vida.

Pero siente que esta sociedad, aún no está preparada para incluirlo y a su vez el no sabe como apropiarse plenamente de la misma.

En las sociedades antiguas, los ancianos eran la fuente del saber y de la experiencia, tenían la propia autoridad, pero a demás la autoridad conferida por sus hijos, o por la sociedad donde se desarrollaban.

Pero en este paradigma actual, con los jóvenes- ancianos sorprendidos ellos mismos de esta nueva forma de transitar la vida, nos encontramos con desencuentros entre quienes no saben quienes son de verdad, que lugar ocupan en la vida y en la familia.

Porque se da la paradoja que ya no son los mayores, acaso no son también mayores sus hijos de 55, 60, 70 años?

Son menos adultos sus hijos que ellos? Tienen menos autoridad en sus criterios y decisiones?

Cuidado! Su lugar y rol social quedó desdibujado, sin tener referentes ni el adulto mayor ni su familia para enfrentar y transitar esta nueva realidad, la que merece abordarse con cautela.

Desde el Mentoring hemos detectado entre una cantidad de nuestros clientes, que ésta búsqueda de la salud y la belleza a cualquier costo, el hiperconsumo de medicamentos, las dietas y la alimentación sana a la orden del día, el culto a la salud y al cuerpo, el incremento de las religiones, la búsqueda de “la felicidad”, del yo interior y la negativa a envejecer, terminan generando también un exceso de “individualismo”.

Que hacemos, entonces con normas y valores que fueron estables hasta hace 5, 10 años y de golpe estos cambian, lo que nos crea inestabilidad e inseguridad ?.

Hay constantes. Mayor longevidad no significa no presentar cambios internos y externos en los mayores tales como cambios psicológicos ( crisis, pérdidas, duelos), orgánicos (pérdidas o disminuciones, y además de las patologías que antiguas y nuevas, producto también de los tiempos nuevos.

De los que tampoco están exentos los que les siguen en edad.

Los hijos, que son los adultos mayores del futuro, al igual que sus progenitores están muy desconcertados, no saben como tratar a padres añosos, no saben como acompañarlos para que se sigan desarrollando, ni cómo incluirlos en su propio proyecto de vida.

Esta generación de hijos que hoy tiene entre 55 y 70 años que vive en este proceso de cambio mundial, son protagonistas de la nueva historia, son quienes con mucho esfuerzo, dinero y energía, deberán junto a sus padres construirla, no sólo aprendiendo cómo lograr una mejor calidad de vida para y con sus padres, sino a su vez enseñando a sus propios hijos a desenvolverse el día de mañana, no tan lejano.

La anticipación de esta etapa, se logra con educación, el acompañamiento y la contención del entorno, para contribuir en el logro de la cadena de aceptación familiar y el bien-vivir.

Mentoring, se plantea este desafío y propone acompañar a los hijos y a las familias, en estos procesos de cambio, de adaptación, de crisis, de nuevas elecciones y decisiones, con el fin de atravesar de la mejor manera posible las diferentes circunstancias del curso de la vida.

Ernesto Beibe
Mentor
ernesto.beibe@gmail.com

Sandra Donschik
Mentora
sdonschik@yahoo.com.ar


www.mentoringpymes.com

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