¿Para preservar la familia es necesario deshacer la Empresa Familiar?

01 abril, 2008

Se puede clasificar en cuatro grandes grupos de empresa familiares, en base a la vasta experiencia recolectada por Mentoring Empresarial. Aquellas en las que el empresario está más interesado en el bienestar de su empresa, que en el de su familia. Las que privilegian las relaciones familiares, en detrimento de las de su empresa. Algunas pocas donde al Empresario ni le importa su empresa, ni su familia. Y por ultimo, las casi inexistentes, donde se logra un equilibrio, entre la empresa exitosa y una familia feliz e integrada. 

En el primer caso, el más frecuente, las relaciones familiares se encuentran desdibujadas. Este prototipo de empresario, seguramente al iniciarse en su propia empresa, estuvo muy pendiente de su trabajo supeditando todo al buen funcionamiento de su emprendimiento. Todo debió ser funcional a ella, las salidas, los horarios, las noches, las fiestas, las preocupaciones, los buenos o malhumores dependían de su actividad. 

De esta forma se fueron estableciendo relaciones conflictivas, primero con su pareja y luego con sus hijos. Seguramente, este empresario pretenderá que sus hijos también sean funcionales a la Empresa, que sigan sus lineamientos y que actúen como clones. Por supuesto, que premiará a aquellos que lo sigan y castigará a aquellos, que para su extrañeza, no puedan adaptarse a su visión de “morir” en función de se Empresa. 

Seguramente, al momento de retirarse encuentre, para su sorpresa, que nadie los espera en su casa, que la vida trascurrió y que ha quedado sin valores. Por eso, tratará de perpetuarse en la empresa hasta ser forzosamente desplazado por sus propios herederos. Por lo general, este tipo de padres Empresarios generan y promueven al tercer grupo nombrado en el primer párrafo, al de aquellos hijos y herederos del Fundador, a los que ni les interesa la empresa, ni la familia. 

Sería lícito preguntar si para preservar la familia, sería necesario deshacer la Empresa. Pero la labor de Mentoring Empresario, no es deshacer o romper ni empresas, ni familias. Nuestros Mentores promueven la comprensión del Empresario, ubicándolo en el lugar más cercano posible al cuarto grupo definido, al de aquellos que pueden compatibilizar la empresa con la familia. Porque la experiencia nos ha demostrado que nunca es tarde para aprender y modificar las actitudes y las posturas que generan relaciones distantes y conflictivas entre los miembros de la familia, en aras del éxito del empresario. Éxito, que bajo estas características, resulta falaz y efímero. 

Es efímero porque mientras el dinero va y viene, pero las relaciones familiares son las únicas que perduran en el tiempo. Negocios se pueden hacer muchas veces, empresas se pueden abrir o cerrar, pero los vínculos familiares, son, finalmente los que cuentan. Es importante cuidarlos, aún a expensas de tener que cerrar una empresa. El no poder cambiar, será solo un síntoma de una persona cerrada que no se permite aprender ni educarse, por lo que es más que probable que el fracaso esté esperándolo a la vuelta de la esquina. 


En Mentoring Empresario trabajamos sobre el reubicarse en una nueva realidad, abriendo los canales de diálogo entre hermanos, padres e hijos, logrando alinear, ordenar y organizar la estructura familiar para llevar adelante la Empresa Familiar. 

Dentro del segundo grupo, el de los Empresarios que prefieren a la familia en detrimento de la Empresa, se encuentra un amplio número de empresas. Generalmente es en estas empresas, donde los hijos y los parientes ocupan los rangos más importantes, estén capacitados o no para los puestos que ocupan. Los hijos se sienten con derecho a tomar decisiones caprichosas, donde la primogenitura vale más que el talento. Los empleados suelen carecer de voz, por lo que se 

convierten en productos subvaluado dentro del proceso de management; no son tomados en cuenta y sufren la discriminación interna. 

También en este caso se generan los elementos del tercer grupo, donde al heredero ni le importa la empresa, y por lo general, tampoco la familia. Son los típicos ejemplos de “obrero a obrero en tres generaciones”, donde el abuelo, pasa de obrero a Empresario, el hijo mantiene la Empresa, y el nieto la funde, terminando sus días como obrero, añorando glorias pasadas. 

Nuevamente, acudiendo a Mentoring Empresario, se logrará profesionalizar la Empresa, utilizando los recursos legítimos y de tanto esfuerzo invertido por parte de sus fundadores, comprendiendo y ubicando a cada cual en su lugar, dando espacio a los profesionales adecuados o buscando profesionalizar a los miembros de la familia. Todo para llegar nuevamente al paradigma del equilibrio entre la búsqueda del éxito de la empresa y la buena convivencia de los familiares que la 

integran.

1 comentarios:

Ernesto Beibe dijo...

Para preservar el vinculo con Carlos Magnoni hay que romperle el vin.!